MI PRIMERA VEZ USANDO PUNTAS
La primera vez que use mis puntas, me sentí realmente fascinada.Fuimos mi clase de ballet, la profesora y yo a Madrid en tren y cuando llegamos fuimos directamente a la tienda donde las íbamos a comprar. Estábamos todas súper nerviosas. Las puntas, para mi, eran como un sueño que se iba a hacer realidad.
Las puntas son unas zapatillas muy especiales, que sirven para ponerte de puntillas sobre las puntas de tus dedos, de hay el nombre, y que requieren mucha fuerza, practica y dedicación. Y por eso yo estaba muy orgullosa de al fin ser digna de tal premio, pero también sabía la parte mala de usarlas y era que duelen muchísimo y te deforman los pies, pero ese era un riesgo que no me importaba mucho, la verdad.
Yo pensaba, ¡Si ya tengo los pies feos, que más da un poco más! Y lo del dolor pensaba que era una exageración de la gente, porque si duelen tanto ¿como es que tanta gente las usa?
Cuando llegamos a la tienda fuimos una a una probando nos distintos pares, porque la talla de estas "zapatillas" no es igual que las que llevamos habitualmente, va por anchura, por forma y longitud del pie y es importante que sean de la talla, porque sino mueres de dolor.
Yo fui la ultima y cuando me las puse pensé ¡ Que exagerada es la gente, no duelen casi! Y luego ¡ Que guay, tengo mis propia puntas!
Hoy creo ,que soy a la única chica de mi clase, que le siguen gustando y que se las pone en casa cuando se aburre.
Cuando toca clase de puntas, todas ponen cara de asco o intentan cambiar la clase a una de físico, sin embargo yo sigo pensando que es genial, aunque duela.
